Un mundo diferente, un mundo Chanel.

Ya ni caso tiene mencionar que desfile tras desfile que se presenta en el Grand Palais, es apuesta segura de un gran espectáculo y más aún, si en la tarjeta de invitación hay un nombre; CHANEL. Increíble es hasta donde llega la imaginación del grandísimo kaiser de la moda, y sabemos a la perfección que cada temporada nos sorprenderá con algo nuevo, porque los escenarios de ensueño nunca acabarán para él, si acaban, los reinventará.

Con un tributo al mundo, un tributo a lo que Chanel representa en cualquier parte del globo terráqueo y de esa forma se presenta el show del que inspira a millones de personas que quieren encontrar en la moda una parte de su vida o la misma por completo. Banderas con el logo de la doble C más famosa, situadas en el gigantesco mundo que se encuentra al centro de la pasarela, mostrando así donde se encuentra cada una de las tiendas Chanel. Una colección que se rige por la comodidad para los pies, el mismo Lagerfeld confesó que no es una opción para red carpet, pero sin duda es un lujo para la vista, accesorios con forma circular, gigantes y aparentando ser de acrilico, el vinilo se incorpora a la ropa en prendas que se vuelven únicas en su especie, de vez en cuando vemos piezas que parecen estar hechas de charol negro.


Cantidad de modelos se encargaron de rodear el escenario con colores que se veían opacados por el rey de la tarde y por lo que vemos de la temporada Otoño Invierno 2013, el azul marino. Una paleta que se basaba en azul junto con negro, gris y algunos pasteles como el rosa. Las texturas alcanzaron su máxima expresión con un sin fin de telas de todo tipo, los abrigos son la principal atracción de la mano del eterno tweed de Karl. Flores 3D, volantes, piel opaca y brillosa para acentuar las piernas en leggings ultra pegados, la silueta femenina se enmarca con conjuntos perfectos de cinturas entalladas y minifaldas con tableados en la caída  Las cadenas se llevan el premio al accesorio del desfile, todas en plateado, para el cuello o las muñecas se dejan ver gruesas y largas, mientras que las botas las utilizan como decoración mucho más delgadas. Un espectáculo impresionante que sólo podría ser obra de una firma que marca tendencia a nivel global, All around the world.



Las botas blancas o negras, el tacón es casi siempre nulo pero las veces que se eleva es muy poco y con un grosor bastante cómodo, para cubrirse el pecho del clima, los botones y los cierres se apuntan a la tendencia invernal.




Las prendas son bastante estructuradas y con mucho volumen en la mayoría de las ocasiones. La minifalda regresa más fuerte que nunca.


Dos de mis looks y modelos favoritas, ambas en la mira del mundo entero, Jacquelyn Jablonski y Cara Delevingne. Los guantes al más puro estilo Karl Lagerfeld no pudieron faltar.




El único modelo hombre que piso el mundo Chanel del Grand Palais, Baptiste Giabiconi. La piel o el charol no son exclusivos para las mujeres, los colores para ellos se mantienen dentro de los tonos obscuros.


El bolso circular simulando un globo terráqueo, una obsesión.



Las transparencias llegaron al final del desfile, presentándose principalmente en cuello y piernas.












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